Un ataque terrorista en Cachemira desató la mayor crisis entre India y Pakistán en años, con enfrentamientos armados, represalias diplomáticas y un frágil alto el fuego.
Una nueva escalada militar entre India y Pakistán ha encendido las alarmas internacionales. Bombardeos y enfrentamientos en la disputada región de Cachemira han dejado, hasta el momento, al menos 36 muertos y más de 80 heridos, entre civiles y militares, según informó Al Jazeera este 13 de mayo. La comunidad internacional observa con preocupación, ya que ambos países poseen arsenal nuclear.
¿De dónde surge este conflicto?
El conflicto entre India y Pakistán tiene raíces coloniales. Como explicó el abogado y politólogo Arnaldo Martín González Escobar, “cuando la India rompe el yugo que tenía con Inglaterra, se encuentra con un país que tiene dos grupos religiosos importantes: los musulmanes y los hindúes. Para evitar una guerra civil, se crea en 1947 un nuevo país, Pakistán, para los musulmanes”. Sin embargo, el territorio de Cachemira quedó dividido y disputado, siendo una zona sensible desde entonces. Cachemira está actualmente controlada en partes por India, Pakistán y China, y ha sido escenario de múltiples guerras y escaramuzas.
¿Por qué ahora mismo está ocurriendo?
Según Al Jazeera, los nuevos enfrentamientos comenzaron el 12 de mayo, cuando “las fuerzas indias lanzaron ataques de artillería contra lo que denominaron posiciones insurgentes en Azad Cachemira”, el lado controlado por Pakistán. La represalia no tardó en llegar. El gobierno de Islamabad acusó a Nueva Delhi de atacar zonas civiles y prometió responder “en el lugar y momento adecuados”. Arnaldo González añadió que “la diplomacia ha fallado y cuando eso ocurre, comienzan los disparos”, y alertó sobre un punto clave: “ambos países tienen armamento nuclear, y eso convierte el conflicto en un polvorín geopolítico”
¿Qué consecuencias puede tener?
Hoy, 12 de mayo, los combates continúan con un saldo creciente de víctimas. India ha reforzado su presencia militar en la Línea de Control, mientras Pakistán ha llamado a consultas a sus aliados regionales. González Escobar advirtió sobre la fragmentación del liderazgo en Pakistán: “Hay un poder diluido entre los militares y los líderes religiosos, lo cual complica las negociaciones de paz”. Además, señaló que países como Estados Unidos, China y Rusia podrían intervenir indirectamente, dependiendo de cómo evolucionen los hechos.
La comunidad internacional clama por contención, pero el riesgo de una escalada mayor, incluso nuclear, no puede descartarse. “El conflicto es reciente y en desarrollo”, concluye González. Las próximas horas serán decisivas.
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