De ser aliados políticos se convierten en rivales con amenazas cruzadas, la ruptura impacta en negocios y en la política estadounidense.
Durante años, Donald Trump y Elon Musk compartieron intereses, elogios públicos y una visión pragmática del poder. El magnate tecnológico no solo defendió políticas económicas del expresidente, sino que también colaboró activamente en iniciativas tecnológicas estatales. Sin embargo, esa relación comenzó a fracturarse a inicios de 2025 y ha escalado hasta convertirse en un enfrentamiento público sin precedentes, con implicancias tanto en el ámbito político como en el económico.
Las críticas de Musk
El distanciamiento comenzó cuando Elon Musk, quien financió la campaña de Trump con casi 300 millones de dólares, calificó la nueva ley fiscal y de gasto de Trump como una “disgusting abomination” en su plataforma X, advirtiendo que “aumenta el déficit nacional”. Según Musk, esta ley elimina subsidios clave para vehículos eléctricos y sabotea su Departamento de Eficiencia Gubernamental.
La respuesta de Trump fue inmediata y directa: “The easiest way to save money in our Budget… is to terminate Elon’s Governmental Subsidies and Contracts”, escribió en Truth Social, amenazando con cortar los contratos federales a Tesla, SpaceX y Starlink. Más tarde, en la Oficina Oval, declaró estar “very disappointed in Musk” y sugirió públicamente revisar todos los convenios con sus empresas.
Choque de egos
El diario The Guardian publicado ayer describió el enfrentamiento como un duelo entre el hombre más rico de la actualidad y el más poderoso, pues Musk criticó la ley fiscal de Trump y Trump reaccionó acusándolo de resentimiento por la pérdida de subsidios. La pelea no se quedó en declaraciones: Tesla perdió un 14 % de su valor en bolsa en una semana, arrastrando hasta 150 mil millones de dólares en capitalización bursátil.
Reuters reportó que el esfuerzo de Trump por rescindir contratos federales pone en riesgo hasta 22 mil millones de dólares solo en SpaceX, incluyendo acuerdos con la NASA y el Pentágono. Musk, por su parte, redobló sus críticas y sugirió en X que Trump debería ser sometido a un juicio político: “Without me, Trump would have lost the election and now he attacks innovation?”.
Solo una herramienta
Luego del furor de la ruptura, Bill Ackman, inversionista cercano a Musk, comentó que “quizá es momento de reconciliarse en favor del progreso espacial”, a lo que Musk respondió: “Buena idea”
Pero parece que esto está lejos de suceder pues el presidente de los Estados Unidos en declaraciones a Reuters señaló: “No tengo planes de hablar con Musk, pero seguiremos usando Starlink en la Casa Blanca. Es un buen servicio” publicado por un fanático republicano en X.
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