“El matrimonio se ha convertido en el centro de atención tras el supuesto golpe que recibió el presidente de Francia por parte de su esposa antes de descender del avión presidencial.”
Un gesto, una polémica. La supuesta bofetada de Brigitte Macron a su esposo, el presidente de Francia Emmanuel Macron, desató una ola de comentarios y reavivó las discusiones sobre la pareja presidencial. El incidente ocurrió en Vietnam, cuando la pareja descendía del avión oficial, y las imágenes del momento no tardaron en viralizarse.
Para algunos, el gesto fue una falta de respeto; para otros, apenas una broma entre cónyuges. Sin embargo, el episodio volvió a poner en debate a esta pareja que tanto incomoda y fascina: .¿qué representa realmente el vínculo entre Emmanuel y Brigitte Macron para la política francesa?
Del aula al palacio
A lo largo de los años, la historia de amor entre Emmanuel y Brigitte ha acaparado titulares. Ambos se conocieron en las aulas del instituto de Amiens: él tenía 15 años y era su alumno; ella, de 39, era su profesora de teatro. Lo que comenzó como una admiración terminó en enamoramiento, lo que provocó rechazo en su entorno familiar y social. Los padres de Emmanuel, preocupados, lo enviaron a París para alejarlo de Brigitte, pero la relación no se rompió. Años más tarde, se reencontraron y, en 2007, se casaron: él tenía 30 años, ella, 54.
Para entonces, Brigitte ya se había divorciado del banquero André-Louis Auzière, con quien tuvo tres hijos. Los hijos de Brigitte han mantenido una relación cercana con Macron, y en más de una ocasión han expresado admiración y cariño por él. Hasta el momento, la pareja presidencial ha decidido no tener hijos propios.
La diferencia de 24 años entre ambos ha sido tema de constantes críticas y titulares, no sólo en Francia, sino en la prensa internacional. Para muchos, este vínculo sigue generando incomodidad y dudas si la relación tan atípica puede influir en el liderazgo del mandatario.
Brigitte,una figura clave
Aunque no tiene un cargo oficial ni un salario del Estado, Brigitte Macron ha mantenido una presencia activa en temas sociales, especialmente en salud, educación y cultura. Su influencia, discreta pero constante, ha sido reconocida por el propio Emmanuel Macron, quien en su libro Revolución le dedicó palabras de gratitud: “Ella fue la valiente. Lo dejó todo por mí. No me amaba por lo que tenía, sino por lo que era.”
Sin embargo, su papel ha sido también objeto de debate. Mientras algunos la consideran una especie de asesora informal del presidente, otros critican que su historia personal, y su diferencia de edad con Macron, haya sido tratada de forma estigmatizada y, en muchos casos, machista por los medios.
Un bochornoso incidente
La supuesta “bofetada” de Brigitte Macron desató una nueva ola de comentarios, demostrando cómo un simple gesto íntimo entre una pareja puede ser interpretado como un reflejo de tensiones o conflictos. Aunque el presidente aclaró rápidamente que se trataba de una broma habitual entre ellos, la escena no pasó desapercibida.
Para la psicóloga de parejas Silvia Pérez Manjavacas, citada por la revista ¡Hola!, este tipo de gestos puede tener múltiples significados: “A veces, un toque, una mirada o un gesto brusco pueden ser formas codificadas de decir: ‘Estoy molesta’, ‘te estás pasando’ o incluso ‘ya basta’, sin necesidad de palabras”, explicó.
El episodio, más allá de lo anecdótico, confirma que cualquier detalle en la vida de esta pareja presidencial se convierte en un símbolo y un motivo para discutir sobre el poder y el amor. Emmanuel y Brigitte Macron no son una pareja común, y es probable que sigan dando de qué hablar: una relación que mezcla política, amor y controversia, en el centro mismo del poder francés.
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